martes, junio 12

Ayer andaba en auto por un parque cerca de mi casa y mientras veía a unos tipos ejercitándose recordé aquellos años en donde iba con mi papá al mismo parque a jugar a la pelota. Recordé todos esos días en donde terminábamos todos sudados de tanto patear esa pelota de color cuero y que por años usé sobre el asfalto de mi pasaje cuando aún tenía amigos de mi edad. Recordé también, a todos esos amigos que alguna vez tuve y que el tiempo y el destino se encargaron de separarnos a temprana edad...vaya uno a saber la razón.
Como pasa el tiempo pensé mientras la figura de aquellos tipos en posición de ejercitar abdominales se desvanecía como la marca que deja la taza de café caliente que tomo mientras escribo. Han pasado los años, amigos, colegio, universidad, trabajos, campeonatos, derrotas, pérdidas de seres queridos y una lista sin fin de otras cosas desde aquellas frías tardes de invierno en donde pensé que la depresión me comía sin llegar a la adultez, y así como miles de cosas han pasado, se han ganado muchas otras, como esos pequeños cachetes rojos, ojos de aceituna y pelo rizado que mañana a mañana me despierta por su necesidad de alimento, sueño o bien mañas. Como pasó el tiempo que ya nos somos los mismos de antes, sino que ahora al poner la mesa siempre debemos contar un puesto más.

Música para degustar: "Wishful Sinful"

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