domingo, noviembre 29

Edición


Aldous Huxley escribió en el prólogo de "Un mundo feliz" que si fuera por él probablemente habría realizado muchas modificaciones a su libro, pues un poco más adulto y con una mayor madurez se percató de que existían muchos detalles dentro de su obra que no le satisfacían. Se percató de varios errores y además, -tomando en cuenta el hecho de que esta obra se enmarca en un género donde se mezclan muchas cosas para darle forma a un todo futurista- notó que debió haberse instruido un poco más sobre temas que abordó en la obra, pues algunos ojos de científicos podrían hoy en día hacer pedazos su texto.
Hoy por hoy me encuentro terminando mi propio texto, aunque no en solitario y por más que lo intente hay millones de cosas que cambiaría, ya sea por la forma en que aparecen o bien por "puro" estilo. No sé, creo que soy un insatisfecho de lo que hago y quizá eso me ha traído centenares de problemas existenciales en todas y cada una de las cosas en las que me embarco, incluyendo las más monótonas y banales. Tal vez, la solución a todo eso sea simplemente cerrar cada libro, cada escrito o cada frase y no volverla a revisar, mucho menos entre líneas ya que generalmente las sorpresas son cuando menos un poco desagradables.
Si pudiera modificar todas y cada una de las entradas de este blog, estoy seguro, completamente seguro, que en todas encuentro "errores" que me harían pensar en cambiarlas. Sin embargo, no entraré en ese juego porque me parece una pérdida de tiempo ya a esta altura, sobretodo con aquellos textos en los que dejé impreso mi personalidad y mi sensación anímica de un momento determinado. Los errores y los aciertos siempre deben permanecer tal cual como se hicieron -y en especial como sonaron- pues por muy arrepentidos que estemos (y ¡ojo! aunque algunos lo quieran o no, todos nos arrepentimos de algo, por más que una parte de ellos prefieran decir que "las cosas pasan por algo") siempre es bueno hacer una retrospectiva del momento que vivimos y tratar de explicarnos aquella enajenación que nos motivó a decir, escribir o pensar algo determinado.
En mi tesis habría cambiado millones de cosas, tanto así que quizá la haría de nuevo. No obstante, también debo recordar que no sólo yo estuve involucrado en la concepción de dicho trabajo, por algo soy un co-escritor en vez del "escritor" del mismo. Siempre es bueno dejar espacio a la intervención de otros porque siempre más ojos ven mejor, en especial cuando a veces la ceguera se hace presente.
Es muy probable que en unos días más piense en todos los errores que cometí en este texto, sin embargo, recordaré lo que el mismo Huxley escribió en el prólogo que leí, donde dice que antes de mortificarse por los errores que tenemos es mejor pensar en otra cosa. Eso haré, porque para una mente sin descanso como la mía es difícil mantenerla en blanco.

Música para degustar: "Paloma"