domingo, enero 22

Una noche más con "Los Mismos De Siempre"


Es verdad. Para quien se dé el trabajo de revisar este blog notará que hace mucho dejé de escribir "constantemente", aunque mucha tristeza no me produce porque sé que no deben ser muchos los que hayan abandonado el formato del todopoderoso facebook para darse vueltas por los blogs. Sea cual sea el motivo que tuve para dejar de escribir (que dicho sea de paso ni siquiera yo lo tengo muy claro) siento que después de todo quizá no tuve los suficientes motivos para dedicarme a redactar algún trozo para llenar este espacio. Pasé por penas enormes y decepciones colosales, y si bien estas son las mejores instancias para inspirarse, jamás pude encontrar el engrudo para unir eso y hacer un todo...quizá la pena y la decepción fueron muy grandes.
Como sea la cosa, vuelvo a escribir para hablar de pasión, de entrega y de "felicidad", ese concepto un tanto esquivo en el último tiempo en mi alrededor...y es que siempre he considerado que quien escribe no puede hacerlo sin ser un tanto subjetivo y por consiguiente escribir prácticamente en exclusivo de sus sentimientos. ¡Ok, no se desespere, vuelvo al tema que me ocupa!. Hoy quiero escribir del último show al que asistí, ese en el velódromo en donde asistí con quienes han estado conmigo en todas y que gracias a dios comparten el mismo sentimiento por una banda que realmente me motiva y me hace sentir que los rockeros aun tenemos patria señores, La Renga.
El sábado en la noche se canceló una deuda pendiente que se arrastraba desde junio del año pasado, cuando por culpa del destino, muchos de los fieles devotos de esta banda nos vimos obligados a esperar por el tiempo que fuese necesario si estos 3 mosqueteros volverían a salir a tocar en vivo, asunto que por suerte si se dio. Como fiel seguidor de esta religión fui el más feliz cuando se nos dio fecha y se nos confirmo que nuevamente llenaríamos el cuenco de nuestros ojos apreciando lo que le entrega el consuelo para nuestra locura...unos acordes, una voz desgarradora y un set de letras de las cuales no puedes hacerte a un lado...simplemente es asistir a la repetición de himno tras himno para endulzar a un montón de gente que quiere hacer las cosas un poco mejor. Claro, los mismos de siempre.
3 Días antes del show, comenzamos a armar el segundo lienzo que preparábamos para esta banda, nuestra banda. De a poco trazos de pintura blanca comenzaron a teñir una tela rojiza para estampar un dibujo eterno y unas frases llenas de significado para todos los que formamos parte de esta religión colmada de pasión. Era el segundo "Consuelo para mi Locura", el que debe existir por miles de años y debe hacer justicia por el trapo anterior que tontamente se extravió hace 3 años atrás. Donde quiera que esté que esté dando una buena impresión de nuestra devoción.
Llegó el día del show, llegamos con tiempo, colgamos nuestro trapo y a esperar se ha dicho hasta que a eso de las 9:30 - 9:45 salió a escena la mejor banda de todos los tiempos, esa banda que cojea, la que renguea, "LA RENGA" y ahí desaparecí porque me hice canción y mi voz se mezcló con las de miles que sin importar los problemas técnicos le perdonamos todo a estos robustos y chascones tipos de acento trasandino. Ahí cualquier síntoma negativo existente durante el último año desapareció y se convirtió en recuerdo, en eso que por más que duela y que sea imposible cambiarlo, se convierte en experiencia de vida, esas que como mi padre sabiamente me dijo el día que terminé una relación que se transformó en cicatriz, una cicatriz que la puedes ver de dos formas ya sea sentirte mal y caer o bien verla y sentir que sin importar cuánto haya dolido, fue una experiencia de vida que te enseña a actuar a futuro. Todas estas cicatrices del 2011 se transforman en esto, en experiencias de vida, en las que a la larga me enseñarán a sobrevivir.
Espero que todos mis colegas hayan sentido lo mismo y que quienes tuvimos la suerte de ser partes de una celebración íntima y fiel hayan sentido que este 21 de enero fue el mejor concierto, el del mejor viaje, el del mejor beso con tu pareja y el del día en donde todos los lienzos sin importar su nacionalidad o mensaje eran los más hermosos. El día en que al fin podré dejar en paz a mi tío y permitirle que vaya donde le corresponde. Gracias Chizzo, Tete, Tanque y Manu. De corazón gracias.

Música para degustar: "En el baldío"