Desde el momento en que nacemos se nos menciona el inevitable y también desesperante hecho de que en algún momento la luz de la vida -al menos en esta tierra- se extinguirá, dejando atrás el adorno físico del cuerpo que sigue el alma donde quiera que esta vaya.
Escribo esto sin saber a donde me dirijo, ni tampoco pensando ni en el peor de los casos que un acontecimiento como el que sucedió podría alguna vez haber pasado. Sin embargo, la vida está cargada de acciones, sensaciones y sucesos que nos marcan para bien o para mal y lo que ha acontecido definitivamente nos cambiará a un reducido grupo de amigos cuyo eje central no es simplemente juntarse a emborracharse o discutir de fútbol, sino que somos amigos de carne...casi hermanos.
Hermano Roshy, lamento no poder estar junto a ti en momentos donde lo que realmente se aprecia es saber que quienes tú quieres están junto a ti ayudando a sentir, pero tú sabes que sin importar la distancia y el tiempo que nos tome reencontrarnos estaremos algún día dentro de los meses venideros conversando y compartiendo lo que nos hemos saltado durante este último tiempo.
Ya se vendrá el tiempo donde podré entregar un último saludo a tu padre en su morada postuma y ese día, prometo que ese día, algo de dolor sanará.
Dedicado a un amigo 'que se me quedó dormido'.
Q.E.P.D.