miércoles, enero 9

Es extraño, por decirlo de manera suave, que hoy vivamos en un mundo tan avanzado en millones de aspectos y aun así no somos capaces de superar algunas cosas que parecieran ser básicas. Por ejemplo, hoy tenemos artistas cuyo arte es sinceramente una porquería a pesar de que cuentan con una tecnología avanzadísima y la posibilidad de estudiar el arte que practican como nunca antes se había visto. Por otra parte, tenemos a gran parte de la población con acceso a millones de diferentes medios de comunicación  pero siguen siendo sencillamente ignorantes en relación a lo que realmente está pasando en el mundo. También, contamos con millones de libros y documentos de nivel y aunque muchos sostengan que aquí en chile la gente al menos no lee porque los libros son caros debido al impuesto que se les aplica, es necesario sostener que la gente no lee porque sencillamente no quiere. Así de simple, no quiere. Si así fuese gastaríamos menos en alcohol, cigarrillos, fiestas, ropa de marca y no cambiaríamos el auto todos los años.
Por otra parte, contamos con estudios científicos muy avanzados que demuestran ciertas actividades que desarrollamos que causan un negativo impacto en nuestro medio ambiente o bien el uso de ciertos elementos demasiado nocivos como el petróleo pero teniendo el acceso y el desarrollo de fuentes de energía limpia insistimos en exterminar los recursos.
Contamos con un sistema económico frágil y que tiene por objetivo simplemente destruir y esclavizar a quienes forman parte del mismo y así y todos somos felices y sonreímos cada vez que recibimos nuestro cheque a fin de mes y engordamos nuestras cuentas corrientes, validando que nos metan el dedo en la boca. Quizá seguimos siendo inocentes por más adultos que intentemos parecer.
Todo esto podría ser explicado en la forma en que han tratado al ganado todos aquellos que han tenido acceso al poder, y a pesar de que nos muestran en nuestros ojos cada cierto tiempo lo innecesario que somos el 99% de la población, tomamos aquellas muestras como un simple espectáculo en el que incluso somos capaces de pagar precios excesivos para poder simplemente decir "yo estuve ahí". Cuando pienso en esto no puedo evitar recordar "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin, especialmente la imagen de cuando ingresan a trabajar. Creo que una mejor imagen sólo podría haber sido poner ovejas perseguidas por un perro pastor pero quizá ahí habría sido demasiado obvio y muchos se habrían molestado. Sin embargo, a ellos no les parece nada del otro mundo o miserable ver como cada día en los accesos al tren subterráneo vemos la misma imagen. La ficción podemos evitarla, reírnos de ella e incluso tomarla como modelo de inspiración, no obstante la realidad la asumimos como tal y no hacemos absolutamente nada para modificarla.
Días atrás leía un ensayo llamado "The Beautiful House" de Oscar Wilde, quien además de poner en el tapete los mismos tópicos fue perseguido, insultado y humillado por simplemente ser diferente. Claro, el tipo nació 100 años antes de lo que debía y dijo cosas que para la sociedad victoriana de Inglaterra parecían simplemente una aberración pero si aplicamos comprensión lectora nos damos cuenta que esos mismos puntos que él exponían siguen siendo los mismos que hoy en día aquejan a miles y para quienes la cosa simplemente no cambiará debido a que nadie (incluso ellos mismos) desea hacer algo para cambiar esta realidad. Todos usamos las plataformas sociales para protestar por lo que nos parece un abuso pero no somos capaces de levantar nuestros sucios traseros para pelear por aquellas mismas causas.
Somos realmente una raza extraña. Tenemos el más amplio desarrollo cognitivo en todas las especies conocidas en este planeta y somos la única que busca exterminar y ser exterminada. Odiamos la estupidez pero amamos vivirla. Despreciamos a los políticos pero cuando salen los tipos de nuestros colores los bancamos a muerte, aunque sean una porquería y estemos conscientes de ello. Somos sencillamente especiales y si existen seres de otros planetas que vienen a estudiarnos ya veo el por qué lo hacen. Somos materia confusa dispuesta más a sufrir que ser feliz.

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