
-"¿Sabremos algún día cuantas cosas hemos inspirado en los demás?"- me preguntó mientras comíamos algo en la cocina haciendo hora antes de volver a trabajar.
-"No lo sé"- le contesté -"pero si estoy seguro que siempre inspiraremos más cosas de las que creemos o nos logren confirmar. Somos un cambio constante y es probable que muchas de las veces que vivíamos uno de ellos hayamos coincidido con cambios de otras personas. Sin embargo, no somos nosotros quienes logremos cuantificar lo importante de nuestros aportes, sino quienes los reciben y por muy básicos o poderosos que los consideremos"
Me quedó mirando con cara de que sólo quería una respuesta simple en el ambiente de una conversación relajada. En aquel momento no le importaba arreglar el mundo o filosofear sobre nuestra existencia, solamente quería conversar de algo porque cuando llegaba a casa no tenía nadie con quien hacerlo. No mientras el hombre no gaste su tiempo en crear una maquina para hablar con objetos o animales.
Desde aquella respuesta cayó un silencio tan fuerte como el sol que caía en la calle y sólo atinamos a seguir masticando rutinariamente aquellas meriendas baratas, de sabor desaparecido y preparación más que dudosa. Suficiente era ver que la primavera había llegado pero a la vez el invierno no necesariamente se había marchado, ya que siempre hay quienes cuyos corazones jamás conocen el polen y mucho menos sufren de alergias y por lo mismo, nunca realmente se dan cuenta de que se trata estar vivo.
Terminó la hora de almuerzo y volvieron al trabajo, a ver aquellas caras deseosas de no estar ahí pero que en realidad no tienen otra opción. La necesidad tiene siempre cara de hereje.
...tal vez algún día termine esta historia, por ahora sólo tenía ganas de escribir para desestresarme un poco.
Música para degustar: "More than a Feeling"
-"No lo sé"- le contesté -"pero si estoy seguro que siempre inspiraremos más cosas de las que creemos o nos logren confirmar. Somos un cambio constante y es probable que muchas de las veces que vivíamos uno de ellos hayamos coincidido con cambios de otras personas. Sin embargo, no somos nosotros quienes logremos cuantificar lo importante de nuestros aportes, sino quienes los reciben y por muy básicos o poderosos que los consideremos"
Me quedó mirando con cara de que sólo quería una respuesta simple en el ambiente de una conversación relajada. En aquel momento no le importaba arreglar el mundo o filosofear sobre nuestra existencia, solamente quería conversar de algo porque cuando llegaba a casa no tenía nadie con quien hacerlo. No mientras el hombre no gaste su tiempo en crear una maquina para hablar con objetos o animales.
Desde aquella respuesta cayó un silencio tan fuerte como el sol que caía en la calle y sólo atinamos a seguir masticando rutinariamente aquellas meriendas baratas, de sabor desaparecido y preparación más que dudosa. Suficiente era ver que la primavera había llegado pero a la vez el invierno no necesariamente se había marchado, ya que siempre hay quienes cuyos corazones jamás conocen el polen y mucho menos sufren de alergias y por lo mismo, nunca realmente se dan cuenta de que se trata estar vivo.
Terminó la hora de almuerzo y volvieron al trabajo, a ver aquellas caras deseosas de no estar ahí pero que en realidad no tienen otra opción. La necesidad tiene siempre cara de hereje.
...tal vez algún día termine esta historia, por ahora sólo tenía ganas de escribir para desestresarme un poco.
Música para degustar: "More than a Feeling"