
Si la mayoría lo dice ha de estar correcto. ¡Que mentira más grande!
Desde que estamos inmersos en este enorme laberinto industrial llamado vida, nos meten en la cabeza que lo que opine la mayoría es lo importante o lo que más vale. Sin embargo, olvidan también decirte que esa mayoría por lo general es inculta, estúpida y fácilmente manipulada. ¡Esa es la verdad más grande!
Hoy por hoy comúnmente vivimos en democracias que esconden su verdadera intención e ideales con el viejo cuento de que la mayoría quería una u otra opción. Quizá eso explique porque en todo el mundo sólo los ladrones lancen campañas presidenciales, pues todos quienes los apoyen podrán de cierta forma robar.
La mayoría puede hacer muchas cosas pero lo que nunca hacen es pensar, pues si lo hicieran muchas cosas de las que el ser humano erróneamente se aferra para subsistir no serían más que asuntos carentes de importancia o bien de plano no existirían. Nadie consumiría alcohol, drogas o cigarrillos. La política no existiría, el deporte cambiaría de sentido, el dinero pasaría a ser una pieza de museo, no trabajaríamos, el verdadero arte se enriquecería y finalmente las religiones se esfumarían.
Consumimos alcohol, drogas y cigarrillos porque con eso nos "olvidamos" de la mal llamada realidad y por consiguiente de nuestros problemas, que o son nada más que decisiones hechas en mal momento o bien depresiones por culpa de decisiones de otros. La política existe porque existe el dinero y mientras el gran problema del ser humano es que hacer con dicho asunto, siempre necesitará de tipos cuya área de "manejo" sea dar diferentes opciones de como utilizarlo. Si se dieran cuenta que el problema con el ser humano es social y no económico podrían llegar -hipotéticamente- a hacer un bien a nuestras sociedades.
Por su parte, el deporte dejaría de ser competitivo y se transformaría en algo 100% recreacional, que dicho sea de paso siempre fue su fin. Por ejemplo, si citamos a quienes crearon el fútbol, veríamos lo avergonzados que se sentirían de ver la "profesionalización" de algo sentimental, en donde debería importar más el valor de nuestros sentimientos que el valor del pase de un jugador, el auspicio de la camiseta o aquel empresario que más que pasión y ayuda para un determinado equipo trata en el fondo de manipular a los ignorantes que lo siguen mientras que al mismo tiempo saca enormes dividendos con dicho "sentimiento".
De la misma manera, veríamos que el trabajo no engrandece al hombre como te dijeron, sino que lo esclaviza y lo deteriora a través de los extensos turnos. Si la mayoría pensara se daría cuenta que se trabaja para mantener lo que nuestros ojos ven pero no el alma, el corazón o lo que nos haga ser humanos.
Las religiones se esfumarían pues nadie seguiría sus enseñanzas. La gente se preguntaría si dios creo al hombre o este último al primero. Cuestionaría los mandamientos y las bases de nuestras "creencias", pues se daría cuenta de que creer siempre es más fácil que pensar, aunque es sólo esta última acción la que te entrega la eterna satisfacción de comprobar lo irreal e impuesto de lo auténticamente correcto.
La mayoría no piensa y por lo mismo nadie leerá esto, pues ni siquiera saben si están de acuerdo o en contra de lo que expongo. Además, todo lo que expuse puede ser explicado con estadísticas, el 90% de la gente "lo sabe". ¡Que triste es vivir sin saber que se existe!
Música para degustar: "Tell all the people"
Desde que estamos inmersos en este enorme laberinto industrial llamado vida, nos meten en la cabeza que lo que opine la mayoría es lo importante o lo que más vale. Sin embargo, olvidan también decirte que esa mayoría por lo general es inculta, estúpida y fácilmente manipulada. ¡Esa es la verdad más grande!
Hoy por hoy comúnmente vivimos en democracias que esconden su verdadera intención e ideales con el viejo cuento de que la mayoría quería una u otra opción. Quizá eso explique porque en todo el mundo sólo los ladrones lancen campañas presidenciales, pues todos quienes los apoyen podrán de cierta forma robar.
La mayoría puede hacer muchas cosas pero lo que nunca hacen es pensar, pues si lo hicieran muchas cosas de las que el ser humano erróneamente se aferra para subsistir no serían más que asuntos carentes de importancia o bien de plano no existirían. Nadie consumiría alcohol, drogas o cigarrillos. La política no existiría, el deporte cambiaría de sentido, el dinero pasaría a ser una pieza de museo, no trabajaríamos, el verdadero arte se enriquecería y finalmente las religiones se esfumarían.
Consumimos alcohol, drogas y cigarrillos porque con eso nos "olvidamos" de la mal llamada realidad y por consiguiente de nuestros problemas, que o son nada más que decisiones hechas en mal momento o bien depresiones por culpa de decisiones de otros. La política existe porque existe el dinero y mientras el gran problema del ser humano es que hacer con dicho asunto, siempre necesitará de tipos cuya área de "manejo" sea dar diferentes opciones de como utilizarlo. Si se dieran cuenta que el problema con el ser humano es social y no económico podrían llegar -hipotéticamente- a hacer un bien a nuestras sociedades.
Por su parte, el deporte dejaría de ser competitivo y se transformaría en algo 100% recreacional, que dicho sea de paso siempre fue su fin. Por ejemplo, si citamos a quienes crearon el fútbol, veríamos lo avergonzados que se sentirían de ver la "profesionalización" de algo sentimental, en donde debería importar más el valor de nuestros sentimientos que el valor del pase de un jugador, el auspicio de la camiseta o aquel empresario que más que pasión y ayuda para un determinado equipo trata en el fondo de manipular a los ignorantes que lo siguen mientras que al mismo tiempo saca enormes dividendos con dicho "sentimiento".
De la misma manera, veríamos que el trabajo no engrandece al hombre como te dijeron, sino que lo esclaviza y lo deteriora a través de los extensos turnos. Si la mayoría pensara se daría cuenta que se trabaja para mantener lo que nuestros ojos ven pero no el alma, el corazón o lo que nos haga ser humanos.
Las religiones se esfumarían pues nadie seguiría sus enseñanzas. La gente se preguntaría si dios creo al hombre o este último al primero. Cuestionaría los mandamientos y las bases de nuestras "creencias", pues se daría cuenta de que creer siempre es más fácil que pensar, aunque es sólo esta última acción la que te entrega la eterna satisfacción de comprobar lo irreal e impuesto de lo auténticamente correcto.
La mayoría no piensa y por lo mismo nadie leerá esto, pues ni siquiera saben si están de acuerdo o en contra de lo que expongo. Además, todo lo que expuse puede ser explicado con estadísticas, el 90% de la gente "lo sabe". ¡Que triste es vivir sin saber que se existe!
Música para degustar: "Tell all the people"