Cierta clase que llevaba a cabo el lunes se transformó sin quererlo en una plática sobre filosofía e historia en lugar de inglés como debiese haber sido. Un tema llevó al otro y sin darme cuenta terminé hablando de historia universal y de chile y las filosofías que cada uno tiene para enfrentar la vida. Mi audiencia era compuesta por personas mucho más mayores que yo, cuyo promedio de edad debe ser cercano a los 35 años.
Comenzamos hablando de que la verdadera utilidad de la filosofía no es estudiar lo que pensaron, dijeron o plantearon grandes hombres largo de la historia, sino que es fomentar en nosotros el pensamiento crítico sobre lo que nos rodea y seguir ciertos caminos cuyo fin es hacernos pensar y sobretodo actuar acorde a cánones que respetemos para encontrar soluciones a nuestros problemas, ya sean estos morales, religiosos o respecto a nuestra actitud frente a la vida. Ahí nos detuvimos puesto que conscientemente sabemos que tener o adoptar una filosofía (que algunos erróneamente llaman religiones en casos específicos) es la gran deuda que tienen millones de personas alrededor del mundo y por la cual estamos en crisis que parecieran a simple vista no tener salida.
Como generalmente estos adultos me miran en forma de admiración por su erróneo concepto de que soy más inteligente o quizá más culto que ellos, escondieron sus pensamientos en bromas para aliviar la atmósfera de aquellos que creían que el tema era aburrido o que no tenían qué aportar. En ese instante la charla se volcó hacía la historia, que no hizo más que volver a caer en una conversación con tinte de reflexión sobre los actos que acontecen a la humanidad.
¿A qué llegamos? al concepto básico de lo que realmente es la historia, un cuento relatado en libros, mitos, leyendas o páginas webs por quienes ganaron o bien quienes creen haber ganado y cuya contraparte es sabida por la minoría, donde la objetividad realmente no existe, pues consciente o inconscientemente siempre nos lanzamos a un lado u otro. ¿Habré ganado algo con aquello? quizá dentro de ellos no pero si en lo personal, no por algo escribo esto cuando la inspiración para hablar de otros temas no alcanzó a cubrir una hoja acerca de árboles con caras pintadas de la plaza brasil.
Música para degustar: "Ode to Joy"
Comenzamos hablando de que la verdadera utilidad de la filosofía no es estudiar lo que pensaron, dijeron o plantearon grandes hombres largo de la historia, sino que es fomentar en nosotros el pensamiento crítico sobre lo que nos rodea y seguir ciertos caminos cuyo fin es hacernos pensar y sobretodo actuar acorde a cánones que respetemos para encontrar soluciones a nuestros problemas, ya sean estos morales, religiosos o respecto a nuestra actitud frente a la vida. Ahí nos detuvimos puesto que conscientemente sabemos que tener o adoptar una filosofía (que algunos erróneamente llaman religiones en casos específicos) es la gran deuda que tienen millones de personas alrededor del mundo y por la cual estamos en crisis que parecieran a simple vista no tener salida.
Como generalmente estos adultos me miran en forma de admiración por su erróneo concepto de que soy más inteligente o quizá más culto que ellos, escondieron sus pensamientos en bromas para aliviar la atmósfera de aquellos que creían que el tema era aburrido o que no tenían qué aportar. En ese instante la charla se volcó hacía la historia, que no hizo más que volver a caer en una conversación con tinte de reflexión sobre los actos que acontecen a la humanidad.
¿A qué llegamos? al concepto básico de lo que realmente es la historia, un cuento relatado en libros, mitos, leyendas o páginas webs por quienes ganaron o bien quienes creen haber ganado y cuya contraparte es sabida por la minoría, donde la objetividad realmente no existe, pues consciente o inconscientemente siempre nos lanzamos a un lado u otro. ¿Habré ganado algo con aquello? quizá dentro de ellos no pero si en lo personal, no por algo escribo esto cuando la inspiración para hablar de otros temas no alcanzó a cubrir una hoja acerca de árboles con caras pintadas de la plaza brasil.
Música para degustar: "Ode to Joy"
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