miércoles, marzo 24

Fortunate Son


La amargura se siente en la saliva cada una de las veces que se redacta algo en un trozo pequeño de papel con destino inútil. También se logra percibir en los dedos aturdidos de un escritor amateur y en el sabor de una boca sumergida en tabaco.
Si además unimos la amargura con la tristeza ambivalente que nos hace amarla y odiarla a veces incluso dentro del mismo mes, día, minuto o segundo, probablemente estaremos presentes ante la mezcla perfecta para la proliferación de una creación artística. El arte cuando es profundo es generalmente parido en momentos de dolor o confusión.


Música para degustar: "Fortunate Son"


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