viernes, septiembre 11

Consecuente


Anteayer se editó el catálogo completo de "The Beatles" y entre tanta revisión de la prensa encontré a uno de los tantos biógrafos del cuarteto de Liverpool. Lo nuevo -y a la vez interesante- de lo que leí, fue como expuso uno de los puntos más controversiales de la historia del grupo, como lo fue la famosa y tristemente celebre inclusión de Yoko Ono dentro del mundo "Beatle". Lo que ahí se discutía no era su inclusión misma, sino la inconsecuencia de una mujer que se llenaba la boca hablando de la libertad, paz y amor pero que a la hora de la verdad era una represora, adicta a la guerra y para nada "amorosa", no por nada es responsable de la separación de los Mozart, Bach o Beethoven del siglo XX.
Dicho tema me llevó a cuestionarme una vez más el tema de ser consecuente con nuestro discurso, que dicho de paso no es nada más que el perfecto acto de realizar correctamente lo que gritamos al mundo.
Entre tanto pensamiento referente al tema obviamente realicé una vez más un auto-test acerca de esta facultad en mi persona. No obstante, el resultado en este momento deja de ser importante pues creo que además de ser personal su corrección o "mejoramiento" sólo debe verse reflejado una vez más en mis propios actos.
Hablando de la consecuencia, recordé a todos aquellos que fueron o no consecuentes con sus respectivos discursos, sean estos famosos o bien anónimos con los cuales me he llegado a topar en mi viaje por el mundo. Por ejemplo, recordé a aquellos políticos (si es que no todos) que promulgaban comulgar con dios pero generalmente se veían demasiado bien acompañados por el diablo en sus imágenes publicitarias. Así mismo, me acordé hoy, principalmente por la fecha, de todos aquellos anarquistas que dicen luchar por la igualdad pero que en sus actos dejan solamente claro que para ellos la igualdad no es más que privar de derechos a otros inocentes, que dicho sea de paso, no pretenden apoyar sus supuestas luchas de igualdad.
También recordé el discurso de un cura que escuché un tiempo atrás, en donde predicaba que el ser humano siempre había logrado "liberarse" del opresor. Nombró a los comunistas, al capitalismo y propuso que sin importar el poder económico que gobierne -y que a la vez prive de libertad al hombre- será abolido. Sin embargo, me hubiese gustado poder consultarle sobre su dogma, que al igual que cualquier otra religión, filosofía o pensamiento sobre la vida habla de hacer a un hombre libre y feliz si sigue "algunas reglas", pero que inevitablemente siempre impone barreras para su completo desarrollo como ser humano tal y como es, imperfecto y por sobretodo inconsecuente.
Ser consecuente o no es cosa de uno, aunque lamentablemente reconozco que me irrita más de lo común aquellos que son totalmente opuestos a lo que dicen. Por ejemplo, me molestan aquellos ex-mir que lucharon contra la dictadura e incluso fueron detenidos por sus actos "terroristas" y que sin embargo, hoy estudian arte en alguna universidad privada. También, si dices que la música es una porquería y que el reggaeton insulta a la mujer, me gustaría que explicaras porque escuchas esa mierda y te pones a perrear cada vez que vas a un carrete. De la misma manera, no critiques a las grandes compañías disqueras por comerse a los buenos artistas, pues te apuesto a que si tuvieses el talento necesario y te ofrecieran un jugoso contrato, estoy seguro que aceptarías ser una mascota más de estos tipos, no por algo publicaste tu "producto" en internet...nadie lo hace hoy en día por amor al arte, todos quieren un pedazo de torta y todo hombre a la larga tiene su precio. Además, ¿En qué te hubieses "inspirado" o "seguido" para hacer lo que haces? Igual a veces es "perdonable" ser inconsecuente pero todo tiene un límite.
En fin, hablar y ser consecuente siempre nos va a pasar la cuenta en algún punto de nuestra vida. No obstante, es hora de que recordemos lo que decimos de vez en cuando.

Música para degustar: "Wintertime Love"


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