Acto I:
2+2=4...pero no es así, sino que nos obligan a pensar que es eso. ¿Cuestionamos aquello?
Acto 2:
Las decisiones nunca son de un lado exclusivo. Por más que pensemos que no perdemos nada con optar siempre a la larga nos demuestran que algo pusimos en juego. A veces la misma felicidad.
Acto 3:
Felicidad y oportunismo en un sólo acto. Sonrisas adornan un momento de rígida tranquilidad.
Acto 4:
Escribo y pienso en el día que murió la música y el día que una amiga volvió a casa sin saber si tendré la posibilidad de volver a verla.
Acto 5:
El protagonista termina feliz su participación...aunque el final feliz nunca es un final.
Música para degustar: "Happiness is a warm gun"
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